Los tiempos están cambiando, de eso no hay ningún tipo de duda. La electrificación se abre paso a un ritmo fulgurante y cada vez más marcas se suben al carro, de forma un poco más o menos forzada por las normativas de emisiones. En el caso de Mazda, podemos decir que siempre han seguido un camino propio, que no han seguido modas. Cuando han sacado eléctricos han sido porque creían que aportaban algo diferente al sector y siempre han tenido una personalidad diferente, basta con ver al MX-30. Ahora parece que llega una nueva era de la mano del Mazda 6e, la berlina totalmente eléctrica que va a dar mucho de qué hablar.
Hay que diferenciarlo respecto al anterior Mazda 6 de combustión, que siempre ha sido referente de la marca en formato berlina o familiar. Atrás quedan las opciones diésel y de gasolina, pues se ha convertido en el receptáculo perfecto para la electrificación completa. Lo hace gracias a la colaboración con Changan Motors, una empresa china con la que Mazda colabora desde hace dos décadas para acceder a ese mercado. Ellos han aportado la base y la tecnología para este ejemplar, pero la puesta a punto y la terminación es completamente japonesa. Se anuncia desde un precio de 43.725 euros sin ningún tipo de ayuda, pero puede llegar a una tarifa mucho más atractiva…Y accediendo a coches.com te podremos ofrecer rebajas en el precio del Mazda 6e gracias a que tenemos las mejores ofertas de coches de segunda. También se puede acceder a un gran abanico de coches de renting y a la financiación.
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Exterior
El diseño del nuevo Mazda 6e quiere hacer honor al del anterior 6 de combustión, de eso no hay duda. Mantiene el lenguaje de diseño Kodo y sus referencias al movimiento, aunque con un toque más moderno y que evidencia la electrificación que ha abrazado. Su comenzamos por el frontal, el protagonismo se va indudablemente a la parrilla.
Está en una posición baja debido a la caída del prolongado capó, pero el detalle más importante es que está carenada para mejorar la aerodinámica. Aquí no es necesaria tanta refrigeración, así que se tapa esa superficie, dejando una abertura en la parte inferior. Lo curioso de la parrilla ciega es que sus marcos están iluminados en forma de alas y que van enlazados con unos estrechos faros con tecnología Full LED.
El perfil es una de las vistas más atractivas del Mazda 6e, con esa silueta que combina las cualidades de un sedán con ciertos aires de coupé por la caída del techo. Destacan detalles como las manillas de las puertas enrasadas en la carrocería, así como las llantas de 19 pulgadas con algunas partes carenadas. La personalización es mayor en este modelo, que está disponible con ocho tonos para su exterior, entre los que están el Soul Red Crystal, el Melting Copper, el Aero Gray, el Crystal White Pearl, el Machine Grey, el Polymetal Grey, el Deep Crystal Blue y el Jet Black.
En la zaga vemos esa caída del techo y un pilar C inclinado que deja una luneta con el mismo ángulo. Termina en un alerón trasero retráctil que le da un toque bastante deportivo. Aunque aquí los protagonistas podríamos decir que son los pilotos traseros LED con forma redondeadas y firma lumínica formada por dos cilindros en cada lado.
También vemos otros cambios como que se prescinde del logotipo de la marca para poner el nombre con una nueva tipografía, algo que viene tomado de China. Como decíamos, eso se debe a que origen de este Mazda 6e proviene de la colaboración con Changan, que ha aportado su granito de arena a nivel técnico.
Si tenemos que encasillarlo, podríamos decir que este Mazda 6e pertenece al segmento de las berlinas grandes teniendo en cuenta sus generosas dimensiones. Tiene una longitud de 4,92 metros, una anchura de 1,89 metros, una altura de 1,49 metros y una distancia entre ejes que se va hasta los 2,89 metros.
Interior
Cuando pasamos a su habitáculo, se puede percibir que es puramente Mazda. Combina sencillez y elegancia, con una tendencia minimalista que no se traduce en la incorporación de grandes pantallas al tuntún. Aquí prima la serenidad y se mantienen algunos mandos analógicos, aunque también ha perdido otros respecto al resto de modelos de la gama.
En todo caso, desde el puesto del conductor se puede controlar un volante achatado en la base, que opta por mandos táctiles y que también incorpora el selector del cambio en la columna de la dirección, como ya hicieron otras marcas. Controla una instrumentación digital de 10,2 pulgadas y también puede contar opcionalmente con un Head-Up Display con realidad aumentada. Hasta ahí entra dentro de lo normal, pero después la digitalización es mayor en en otros Mazda.
Porque por otro lado, aparece una pantalla táctil de 14,6 pulgadas, que es la principal protagonista del sistema multimedia. Es fácil de controlar, pues se inspira en las de los teléfonos móviles, mientras que su respuesta es rápida y el nivel de personalización elevado gracias a los widgets y teclas de acceso directo. Sin embargo, nos parece que Mazda ha dado un paso atrás en este sentido al ceder tanto protagonismo a las pantallas, algo que habían prometido no hacer.
Hay muchos menús diferentes y funciones que consideramos que tendrían que estar fuera de la pantalla (control de los retrovisores, por ejemplo). En todo caso, el 6e es un vehículo sencillo de controlar después de cierto aprendizaje y que cuenta con la máxima conectividad gracias a Android Auto y Apple CarPlay de forma inalámbrica. El control por voz también avanza para ser más inteligente y se introducen algunos controles gestuales.
El equipamiento de este ejemplar puede llegar a ser muy completo y hay elementos con nombre propio como es el caso del sistema de sonido Sony Clear Phase, con 14 altavoces y uno que puede sonar fuera del vehículo. La iluminación ambiental y el techo solar panorámico ayudan a mejorar la atmósfera y la sensación de espacio en el interior. Aunque antes hay que mencionar un nivel de calidad notable, más cerca de los premium que de los generalistas, gracias a sus tapicerías de piel sintética o de cuero Nappa, ademas de terminaciones en materiales cuidados como el Alcántara y pocos plásticos duros a la vista. Lo asientos delanteros monoforma con el reposacabezas integrado merecen mención a parte por su nivel de comodidad y por lo bonitos que son.
En términos de espacio, el Mazda 6e no presenta problema alguno en las plazas delanteras. Las puertas traseras dan lugar a una segunda fila bastante aprovechable y que va a estar entre las mejores de su segmento. Las piernas caben a la perfección, aunque se echa de menos el hueco para meter los pies bajo el asiento. Los más altos lo pasarán mal con el espacio para la cabeza, que debido a la caída del techo puede llegar a ser justa para usuarios que superen el 1,80 metros. Los ocupantes de las plazas traseras pueden ajustar la temperatura de la climatización trizona o ajustar los parasoles eléctricos opcionales a través de una pantalla táctil específica para ellos.
Maletero
El maletero del Mazda 6e tiene una ventaja que no vemos en otras berlinas y es que tiene la quinta puerta como si de un hatchback se tratara y eso le permite tener una boca de carga mucho mayor. La capacidad llega hasta los 466 litros (hasta el techo, hasta la bandeja son 336 litros) con esa superficie tan generosa, que además no queda muy alejada del suelo (619 mm de altura). Por no hablar de que tenemos iluminación y otras soluciones para fijar la carga en su interior. También la posibilidad de abatir la segunda fila de asientos para llegar hasta los 1.074 litros de capacidad. Por no hablar de que el maletero trasero se complementa con uno delantero (frunk) que suma otros 72 litros adicionales.
Motor
El Mazda 6e es un modelo completamente eléctrico que está disponible en dos versiones de propulsión bien diferenciadas y que tienen sus peculiaridades:
- 6e: el de acceso ya tienen un motor eléctrico de 258 CV y 320 Nm de par, que va ligado a una batería LFP de 68,8 kWh. Destaca por su aceleración de 0 a 100 km/h en 7,6 segundos y velocidad máxima de 175 km/h, pero sobre todo por ofrecer una autonomía de hasta 479 kilómetros. Ademas, acepta cargas a 165 kW en corriente continua para pasar del 10 al 80 % en 24 minutos.
- 6e Largo Alcance: la versión centrada en los viajes largos que, curiosamente, reduce la potencia del motor hasta los 245 CV y 320 Nm de par, incrementando la capacidad con una batería NCM de 80 kWh. De esta forma es ligeramente más lento (0 a 100 km/h en 7,8 segundos), pero alcanza una autonomía de hasta 552 kilómetros. La carga rápida en corriente continua llega a 90 kWh, por lo que pasar del 10 al 80 % le toma alrededor de 47 minutos.
Comportamiento
Ponemos a prueba al Mazda 6e en su versión de acceso, el 6e “a secas”. Va a ser la opción ideal para aquellos que no necesiten la máxima autonomía, pero que sí valoren las cargas rápidas. De hecho, por nivel de potencia y por prestaciones, las dos versiones de esta berlina eléctrica son muy parecidas. La principal diferencia es la capacidad y la química de sus baterías, que es la que permite que la LFP pueda cargarse a 165 kW, mientras que la NCM se queda en unos escasos 90 kWh. En todo caso, decir que para los usuarios que acostumbren a cargar en corriente alterna, será una opción igualmente (o más válida). Volviendo a la versión que nos acompaña, hay que empezar alabando la gestión de la potencia.
Son 258 CV y 320 Nm de par, un nivel que podríamos considerar como intermedio. La firma japonesa no quiere tener uno de esos eléctricos desproporcionados con más de 500 CV y prestaciones de superdeportivo. Han buscado hacer un modelo equilibrado que aúne todas las condiciones para triunfar en un público más extenso, consiguiendo un comportamiento que haga honor a su tradición.
A pesar de su condición de eléctrico no es un coche que tenga una patada brutal, transmite la potencia a las ruedas traseras de forma firme, pero lineal. Buscan que recuerde a un vehículo de combustión en ese aspecto, pero sin las trabas de aquellos. Podemos decir que el silencio en marcha es sobresaliente y que el Mazda 6e está realmente bien aislado, se nota el trabajo adicional que se ha hecho en este aspecto.
Ya hablamos de sus prestaciones más que aceptables, pero en este caso no es algo que nos haya llamado la atención. Destaca más por eficiencia, siendo un coche que puede llegar a hacer consumos cercanos al homologado. Durante nuestra prueba en una ruta que podríamos calificar como favorable por sus pocos desniveles y sin demasiada autopista, paramos el marcador por debajo de los 15 kWh/100km, incluso por detrás de los 16,6 kWh que aparecen en su ficha técnica.
Puede que no sea la cifra más realista y necesitaríamos más kilómetros para evaluarlo, pero es un buen comienzo. No sabemos si conseguirá los 479 kilómetros que homologa, pero sí parece más que factible alcanzar los 400 kilómetros. Ya hablamos de que se podría hacer una carga rápido del 10 al 80 % en 24 minutos (a 165 kW), pero también podríamos recurrir a la corriente alterna con su carga trifásica de 11 kW para llegar del 0 al 100 % en siete horas y cuarto.
Otro punto que es de obligado cumplimiento en un Mazda es conseguir un comportamiento dinámico que esté por encima de la media. Tenemos que reconocer que había cierto escepticismo alrededor de este 6e por su condición (de eléctrico) y por su origen (plataforma de Changan), pero parece que han sabido transmitir la filosofía Jimba Ittai. El chasis está bien asentado, con un centro de gravedad bajo y con un reparto de pesos casi perfecto de 47:53. En la práctica, se traduce en unas reacciones nobles y equilibradas en todo momento. La suspensión tiene un tarado claramente enfocado al mercado europeo y a sus exigencias. Con un esquema tipo McPherson en el eje delantero y el multibrazo trasero se consigue un tacto más que agradable y un nivel de precisión superior de lo que hemos visto en otros modelos de esta índole.
En un momento en el que parece que los coches eléctricos han dejado de transmitir, el Mazda 6e se planta con una dirección que está bastante bien conseguida. Tiene cierto peso e informa correctamente de lo que pasa bajo las ruedas. Siempre se le podría pedir un poco más, pero nos damos por satisfechos.
Lo mismo ocurre con el sistema de frenado, que es más preciso que en otros eléctricos, con una facilidad para dosificar el pedal muy conseguida. Sin poder decir que es un coche con carácter deportivo (su peso de casi dos toneladas le resta agilidad), esta berlina eléctrica está un punto por encima de la media en cuanto a dinamismo. También acepta cierta personalización en la conducción con los habituales modos de conducción, entre los que no hay un Eco.
En el Mazda 6e podemos elegir entre tres bien diferenciados, que son:
- Normal: el modo más adecuado para el día a día con una conducción fluida y un tacto suave tanto para el acelerador y para el frenado regenerativo.
- Sport: consigue una experiencia más dinámica al ofrecer la máxima aceleración junto a un frenado regenerativo más acusado y una dirección con más peso.
- Individual: el más personalizable al poder elegir entre dos niveles de aceleración, cuatro de frenada regenerativa y dos para la dirección.
Opinión coches.com
El Mazda 6e es la prueba fehaciente de que no hace falta golpear primero para golpear mejor. Queda claro que no han inventado la rueda, no es la primera berlina eléctrica del mercado ni quieren ser pioneros. Más bien buscan que el eléctrico no ofrezca una experiencia tan plana, quieren darle esa personalidad inherente en la marca. Lo consiguen con un diseño arrebatador, que hace girar cabezas a su paso por pura elegancia. También con un interior de calidad y materiales agradables, al que solamente le podríamos pedir que mejorase la ergonomía y usabilidad en algunos aspectos.
Por otro lado, ya hemos visto que el comportamiento dinámico está un poco más cuidado que en otros eléctricos que parecen haberlo dejado en una posición secundaria. El equipamiento del 6e es muy completo y está simplificado, con apenas tres opciones. La básica es más que correcta, el acabado Takumi suma un buen número de componentes y el Takumi Plus le otorga distinción mediante la tapicería específica y un techo practicable. Decíamos que el precio partía de 43.725 euros, pero no te dijimos que los descuentos son jugosos. El de marca puede rozar los 5.000 euros y, si sumamos los 7.000 euros máximos del Moves, podemos ver que se queda en 31.815 euros, una tarifa atractiva para lo que ofrece.
- Diseño arrebatador
- Comportamiento dinámico notable
- Precio con descuentos atractivo
- Sin apenas mandos físicos
- Maletero por debajo de la media
- Diferencia de carga rápida entre baterías
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