Llevamos tiempo hablando de que España está a la cola de la electrificación en Europa. Son varios los indicadores que nos llevan a pensarlo, aunque esta vez no vamos a hablar del bajo porcentaje de ventas de coches eléctricos ni del escaso número de cargadores. Según un nuevo estudio de T&E, uno de los problemas principales reside en la falta de incentivos fiscales en nuestro país. Han comparado la estructura impositiva de diferentes lugares de Europa y los datos son, cuanto menos, llamativos.
Una de las reinvindicaciones de esta organización es que es necesario reducir los impuestos de los vehículos eléctricos para promover su venta. Es lo que se aplica en otros países de la Unión Europea, sobre todo los de mayor tamaño y más concienciados con la electrificación. Sin embargo, España está en la decimoquinta posición en ese ranking y los impuestos no están tan alejados de los de los coches de combustión. La diferencia son 3.200 euros, mientras que en otros países como Portugal llega a los 30.300 euros y en Francia a los 24.400 euros…España es de los mercados más grandes de todo el continente y junto a Alemania, Francia, Italia y Polonia; debería ser de los que impulsasen en mayor medida. Sin embargo, la mayoría no están cumpliendo con esta política de incentivos fiscales, a la que ya hacen propuestas concretas. Lo más interesante sería empezar por el canal empresa, que es uno de los más potentes y en el que hay una mayor facilidad para dar un salto como el que supone pasar de un vehículo de combustión a uno eléctrico.
Lo primero sería reformar el impuesto de circulación, el famoso ITVM o numerito que pagamos anualmente. Aquí se paga en función de la potencia fiscal, mientras que no se tienen en cuenta otras variables como las emisiones o el peso del vehículo. Por eso la brecha aquí es de apenas 3 euros, mientras que en Portugal es de 186 euros y en Francia de 1.533 euros.
Aunque la cosa no se queda ahí. También habría que revisar la posibilidad de sumar incentivos fiscales que están presentes en otros países. En Portugal hay esquemas de retribución en especie que benefician a los eléctricos, además de deducciones fiscales (IVA y amortización) favorables. En España es igual para eléctricos que para coches de combustión y el resultado es que las ventas de eléctricos en el canal empresa es de apenas un 4,4 %, con apenas un 5,6 % en el total. En Portugal, el 21,6 % de los coches de empresa que se venden son eléctricos y ya alcanzan un 20,1 % del total.
Fuente: T&E