Las levas en el volante se han convertido en un elemento habitual en muchos coches automáticos modernos, tanto en modelos deportivos como en utilitarios o SUV de vocación urbana. Aunque su aparición se asocia a menudo con los coches de altas prestaciones, su función ha evolucionado hasta convertirse en una herramienta útil para mejorar la conducción, el control del vehículo y la eficiencia, incluso en coches eléctricos.

Ventajas del cambio automático | Mantenimiento | Consejos para cuidarlo

¿Qué son las levas del cambio?

Las levas son unos mandos situados detrás del volante que permiten al conductor cambiar de marcha de forma manual en una transmisión automática o pilotada. Se acciona con los dedos, sin necesidad de soltar el volante, y normalmente la leva derecha (+) sirve para subir marchas y la izquierda (–) para reducir.

Su uso permite tener un mayor control sobre el régimen del motor, aprovechar mejor la potencia disponible o practicar una conducción más deportiva. En algunos modelos también permiten gestionar la retención del vehículo o el freno motor, una función cada vez más valorada en los coches eléctricos.

Origen de las levas en el volante

El uso de levas tiene su origen en la Fórmula 1 de finales de los 80 y principios de los 90, con Ferrari como pionera. El objetivo era eliminar el cambio tradicional con palanca para que los pilotos no tuvieran que soltar el volante y poder cambiar de marcha con mayor rapidez. El primer coche de calle en equiparlas fue el Ferrari 355 F1 de 1997, con un cambio electrohidráulico derivado de la competición.

Desde entonces, las levas se popularizaron en deportivos de marcas como Lamborghini, Aston Martin, BMW o Maserati. Más adelante, se incorporaron en modelos menos exclusivos, especialmente con la llegada de cajas automáticas de doble embrague o convertidor de par con modos manuales.

Cómo funcionan las levas en el volante

Las levas no están conectadas físicamente a la transmisión como una palanca convencional. En realidad, son interruptores que envían una señal electrónica a la centralita del coche para solicitar un cambio de marcha. La respuesta dependerá del tipo de transmisión y del software de gestión, que puede aceptar o no la orden según las condiciones del motor (régimen, velocidad, temperatura, etc.).

En cajas automáticas modernas, especialmente las de doble embrague (DSG, PDK, EDC…) o convertidor de par, el cambio es rápido y preciso. En transmisiones CVT (variador continuo), las levas simulan relaciones fijas para mejorar el control y la sensación de conducción.

Vehículos que equipan levas

Hoy en día, la mayoría de coches con cambio automático incluyen levas, aunque su función y respuesta varía según el enfoque del modelo. Algunos ejemplos:

  • Coches deportivos como el Porsche 911, Audi RS, BMW M o Mercedes-AMG las utilizan como herramienta clave para el control y el rendimiento.
  • SUV y berlinas premium (Range Rover, Volvo, Lexus, DS Automobiles…) ofrecen levas para facilitar adelantamientos o gestionar mejor los descensos.
  • Modelos generalistas (Peugeot, Renault, Hyundai, Toyota…) también incluyen levas en ciertos acabados o versiones con orientación más dinámica.
  • Vehículos eléctricos como el Hyundai Ioniq 5, el Kia EV6 o algunos Mercedes EQ utilizan las levas no para cambiar de marcha, sino para modular la frenada regenerativa.

Uso actual en coches eléctricos

En los coches eléctricos, que no tienen una transmisión tradicional con marchas, las levas del volante se usan para ajustar el nivel de frenada regenerativa. Esta función, además de ayudar a ahorrar energía y aumentar la autonomía, permite adaptar la conducción al estilo de cada usuario o a las condiciones de la carretera.

Algunos fabricantes permiten escoger entre varios niveles de retención, desde un modo de «coasting» (inercia libre) hasta una frenada intensa que permite practicar la conducción con un solo pedal. Este uso de las levas refuerza su relevancia incluso en un futuro sin motores de combustión.

Ventajas y consejos de uso

Las levas permiten:

  • Reducir marchas para aprovechar el freno motor en descensos prolongados.
  • Realizar adelantamientos con mayor precisión.
  • Conducir de forma más deportiva o controlar mejor el coche en curvas.
  • Mejorar la eficiencia en algunos tramos si se utilizan con criterio.

No obstante, es importante no forzar el cambio ni abusar de ellas si el software limita la respuesta. Su uso debe ser complementario a la conducción automática, no sustitutivo.

Las levas en el volante han pasado de ser un capricho exclusivo de los superdeportivos a convertirse en una herramienta común y versátil para todo tipo de conductores. Su función va más allá del cambio manual: aportan control, seguridad y, en el caso de los eléctricos, eficiencia. Comprender su funcionamiento y saber cómo usarlas permite sacarles todo el partido y mejorar la experiencia al volante.

2 COMENTARIOS

  1. Entiendo que comprar un coche automático y pagarlo para luego querer conducirlo manualmente es del genero Idiota. Pero bueno. Allá cada uno..

  2. De genero idiota es no comprender que despues de leer el articulo no se entienda que puedes hoy, usar las levas por que te apetece una conduccion mas divertida y agresiva y mañana una conducción mas relajada.

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